jueves, agosto 20, 2009

Una actitud humilde y vigilante

Cada problema [..] debería encararse con una especie de ingenuidad, no con ánimo de ser original, sino con una actitud humilde y vigilante. Pensarlo de nuevo, con el acervo básico que es ya patrimonio de todos los hombres, pero sin dejarnos enredar en los detalles resueltos por otros, y para situaciones que tienen muy poco que ver con las nuestras

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No se trata, pues, de apego reaccionario y sentimental a técnicas superadas, no; se trata de no caer en la otra actitud, aún más sentimental, de la adoración de la riqueza y la eficacia mecánica de los países desarrollados. Porque es muy fácil caer en estas admiraciones sin sentido: recuerdo la fruición casi religiosa con que un amigo arquitecto me describía una fachada que había visto en Alemania, de 100 m de largo, con cristales ahumados, con el perfil de sostén detrás, en los que no se veía "ni una junta, de modo que parecía un solo cristal sin herrería". Esto lo producía una embriaguez casi religiosa, por un hecho de escaso valor, sin dificultad técnica verdadera y sin significación como hecho artístico.Contra esta seducción del poder, la riqueza y la eficiencia sin contenido, debemos reaccionar. Creo que ese riesgo ya es menos grave, en este momento de la historia de nuestros países, que han adquirido una conciencia política que no tenían, de lo que
significa la explotación del mundo que hacen los poderosos. Debemos salir del subdesarrollo, pero de una manera humana y nuestra, sin copiar ni los procesos, ni las técnicas, mas que cuando nos sea absolutamente indispensable, por urgencias ilevantables. La actitud primaria debe ser repensarlo todo. Por eso creo que,contrariamente a lo que se suele creer, es fundamental la investigación y la meditación personal sobre los fundamentos de todas las cosas. Si queremos formar ingenieros, no debemos formar jóvenes que manejen tablas y manuales de los que desconocen el fundamento, sino al contrario, darles una base sólida en esos fundamentos científicos de su carrera, y, además, mediante cursos de proyecto o taller, enseñarles a usar esos fundamentos.

Incluso políticamente, es ésta la única manera de asegurar esa independencia de las naciones pobres, que es quizá el más gigantesco hecho político de nuestro tiempo"


Dieste, Eladio. Introducción a la teoría, Montevideo, Uruguay, Facultad de Arquitectura, 1998.


[via Tom]

2 comentarios:

krahd dijo...

power

Rodia dijo...

leo una y otra vez esas palabras y me parecen tan claras, tan adecuadas, tan perfectas, tan acordes...

creo que voy a hacer algo que nunca hago: me las voy a aprender de memoria.