martes, noviembre 27, 2007

Pequeña Orquesta Reincidentes en Montevideo

Yo qué sé. Ustedes saben que mi diagnóstico va a ser positivo. Y, con mi capacidad para el entusiasmo, tal vez más. Pero, aunque parezca increíble:

la Pequeña Orquesta Reincidentes, en su actuación en Montevideo, estuvo mejor de lo que esperaba.

Es bravo distinguir arte cuando hay tanto virtuosismo. Pero estos tipos caminaron por el borde de la cornisa, sin caer ni una vez en el pizarreo. Agradecido yo, y agradecido Manuel, que se movía en la panza (les juro), al influjo del contrabajo que venía caminando por el aire y por el piso desde el escenario.

Les dejo la canción que cerró, la yapa luego de tres bises:

Acaso no ves?, Acaso no ves?
que feo que suda en la calle
la trampa del hambre

Acaso no ves?, Acaso no ves?
que en la fiambrera te pira la mosca
y se pudre
Y que el agua no limpia esas manos

Negro, sacame esta gente de casa.
Negro, llenaste las ollas de miedo.
negro, no metas los pibes en esto
negro me asusta tu cara
me asusta tu cara

Acaso no ves?, Acaso no ves?
que es tarde paí l arte, paí l fierro
pa juntas malandras
(seguis boqueando a la tele!)

Acaso no ves?, Acaso no ves?
mis ojos cansados.
mi boca a las siete
que joven se vuelve al verte partir.

Negro, sacame esta gente de casa
Negro, llenaste las ollas de miedo.
negro, no metas los pibes en esto
negro de dónde sacaste esa...
de dónde sacaste esa...


(Pequeña Orquesta Reincidentes - Negro)


(pd: cómo me hace acordar a los redonditos del capitán buscapina ese
"seguis boqueando a la tele!")

Otros dos libros por la mitad

Dejé dos libros por la mitad, por motivos opuestos.

El mago, de John Fowles me pareció que tenía una trama interesante (no demasiado original, digamosló), pero en la página 200 de 600 decidí que me había cansado su falta de sutileza (quién define sutileza, etc., dejen los comentarios al margen: falta de sutileza, dije, y ahí se queda). Me ayudó a comenzar a comprender, sí, qué tiene Otra vuelta de tuerca de obra maestra: lo que no tiene este libro. Podría citar un párrafo como ejemplo pero no tengo ganas y no tengo el libro.

Trópico de Cancer, de Henry Miller me fascinó al principio, me dio ganas de ir a Paris a recorrerlo, pero en la página 110 de 250 decidí que me había cansado su falta de trama, trama en un sentido amplio, no sólo de discurrir sino de elaborar. Ya conocía a los personajes y ya los párrafos brillantes me cansaron por repetidos. Tal vez me perdí algo. Vuelve a la biblioteca, a esperar por unos años más, andá a saber.

viernes, noviembre 09, 2007

Pequeña asociación de ideas

Ayer pasé de Heaven de la Pequeña Orquesta Reincidentes, al Heaven original de los Talking Heads, a mirar, después de años, el Stop Making Sense y de ahí nomás a recordar los bueno pero bueno bueno que estuvo el recital de David Byrne en el Cine Teatro Plaza de Montevideo, si no me equivoco en el '94. El mejor recital que ví en mi vida, junto con el de los Redonditos en Córdoba, aquella vez que cuando llegamos ya no había quién te pidiera las entradas, ni policía, porque se habían ido todos, y aquello era un caos y pude entrar de asco y zafar de las mareas que te sacaban del estadio, y caminar entre la "gente" y no ver nada y a los tropezones entre las sillas de hormigón y pensar pa qué puta vine hace como veinte horas que no duermo, por allá media silla de hormigón libre y medio respaldo atrás libre y subirme a ese respaldo y apoyarme en los hombros del Oso que se quedó con la silla y ver a los redondos fue unos meses a Caseros y pensar no se puede ser tan feliz, loco, no se puede.