- Ya no puedes entender. Eres prisionero de tu criatura. Pero tu historia todavía transcurre en el mundo externo. No sé cómo, pero puedes salirte de ella. En mi caso es distinto, yo estoy experimentando en mi cuerpo lo que hemos hecho jugando con el Plan...
- No digas tonterías, lo tuyo es asunto de células
- ¿Y qué son las células? Durante meses, como rabinos devotos, hemos pronunciado con nuestros labios distintas combinaciones de las letras del Libro. GCC, CGC, GCG, CGG. Nuestras células aprendían lo ue decían nuestros labios ¿Qué han hecho mis células? Han inventado otro Plan, y ahora funcionan por su cuenta. Mis células están inventando una historia que no es como la de todos. Mis células han aprendido que se puede blasfemar haciendo anagramas con el Libro y con todos los libros del mundo. Y esto es lo que han aprendido a hacer con mi cuerpo. Invierten, trasponen, alternan, permutan, crean células nunca vistas, y sin sentido, o con sentidos opuestos al sentido justo. Tiene que haber un sentido justo y otros equivocados, si no, es la muerte. Pero ellas juegan, sin fe, a ceigas. [...] Nosotros , y todo aquel que busque un sentido secreto más allá de la letra, hemos perdido el juicio. Y eso han hecho mis células, obedientes. Por esto me estoy muriendo, Jacopo, y tú lo sabes.
Umberto Eco - El péndulo de Foucault
Lo mismo que la otra vez. Un libro muy divertido este, muy entretenido, pero cuando el Plan se consolida me aburre un poco. Literatura liviana, con matices.
domingo, diciembre 12, 2010
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