miércoles, marzo 12, 2008

Chocolates



Por supuesto que hace mucho tiempo, en casa de mi abuela, en una de esas tardes de matinée donde te ponen cualquier porquería con tal de que sea para toda la familia, ví una película que me quedó registrada por lo misteriosa: no entendía bien si era linda o fea, si era divertida o me daba miedo. Y no me acuerdo como terminaba. El protagonista, además, era Gene Wilder, un tipo que en general no sabía si era divertido o me daba miedo. Se trataba de un niño que visitaba una fábrica de chocolate.

***

Ayer ví (ah! qué vivos que son, ya adivinaron) Charlie y la fábrica de Chocolate, con la estrella de la primera década de este siglo, el señor Johnny Depp, y recobré la sensación. Ahora soy más grande, y puedo disfrutar más la mezcla. O no, no sé. No importa.

4 comentarios:

Circe dijo...

Martina, la sobrina pequeña, durante todo el transcurso de la película pregunta quién es bueno y quién es malo. Pasó Mirando “Charly…”, que le dije que Charly era bueno… pasado el rato Camila, la sobrina menos pequeña, acota: tía, ¿Estás segura que es el bueno?

Eh…

Por otra parte, espero que mis sobrinas no recuerden las tardes mirando películas conmigo como Rodia las tardes en la casa de la abuela. Tendré que esforzarme más.

Rodia dijo...

jajaaa... acabo de darme cuenta que el texto quedó ambiguo! los que te ponían (siguen así...) cualquier película son los canales, no mi abuela. En lo de mi abuela en general no miraba pelis, tomaba mate dulce y conversaba, y pasaba bárbaro...

cromo6 dijo...

gene wilder me da pila miedo, y rodeado de niños mucho más....
qué fea(s) película(s) esa(s), che!

Circe dijo...

ahhhh menos mal.