Uno
Mi Amigo Invisible me regaló para Navidad dos libritos y dos botellitas de vino. El vino bastante feito, pero los dos libros compensan con creces ("con creces" es una expresión que, si uno no sabe lo que significa, no puede deducirlo del contexto; una categoría en la que no hay muchos y que hacen dudar de la ergodicidad del lenguaje, pero no viene al caso): The Comedy of Errors y Julius Caesar, de Shakespeare, un amigo de este blog. Ambos en inglés, pero sin el compañerito al lado en su versión castellana. Leí ambos, entendí creo que un 70 por ciento del primero y un 40 por ciento del segundo. Para los próximos diez años tengo como meta leer bien la historia del pobre Brutus, con diccionario al lado. Voy por la página 2. Con esos porcentajes, igual disfruté como un perro con el discurso de Marco Antonio en el que se pone al hombro la tribuna y le complica la cosa a Casio y sus amigos conspiradores. De todos modos, este Uno es para la comedia de errores. La trama se resuelve felizmente, son puras confusiones y golpes divertidos (creo que se dice slapstick) y no hay ningún mensaje menos que trivial. Una comedia sin pretensiones, y que, sin embargo, por bien armada, se vuelve divertida y más que disfrutable. Y con momentos brillantes, como este, donde Antipholus of Syracuse se enarmora de la hermana de la esposa de su hermano, que cree que él es su hermano, al igual que su hermana, que escucha el discurso horrorizada:
Ant. S. Sweet mistress,—what your name is else, I know not,
Nor by what wonder you do hit of mine,—
Less in your knowledge and your grace you show not
Than our earth’s wonder; more than earth divine.
Teach me, dear creature, how to think and speak:
Lay open to my earthy-gross conceit,
Smother’d in errors, feeble, shallow, weak,
The folded meaning of your words’ deceit.
Against my soul’s pure truth why labour you
To make it wander in an unknown field?
Are you a god? would you create me new?
Transform me then, and to your power I’ll yield.
(William Shakespeare - The Comedy of Errors).
Dos
Dada mi condición de padre, últimamente miro películas para niños. Dada mi condición de padre de hija de dos años, las miro muchas veces. Hasta ahora, la que más me ha gustado ha sido Madagascar, una de animales en zoológico neoyorkino que terminan en África, donde al león se le despierta el león y se quiere comer a su amigo cebra, pero todo se resuelve con la amistad y con New York, New York. Una comedia sin pretensiones, y que, sin embargo, por bien armada, se vuelve divertida y más que disfrutable. Y que tiene momentos brillantes, como cuando uno de los pingüinos comenta... bueno, veanlá.
Tres
Son las tres de la mañana.
sábado, febrero 09, 2008
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11 comentarios:
los pingüinos la descosen
1- lástima lo del vino.
2- ¡Qué grande william!
3- Ruegue para que cuando su niña llegue a los 5, la moda "princesas" se haya terminado.
http://en.wikipedia.org/wiki/Penguins_(Madagascar)
circe: 3 - uf! dioslaoiga
Can you keep a secret, my monochromatic friend?
un plus:
http://es.youtube.com/watch?v=MNWon9yOMQQ&feature=related
me había olvidado: el amigo invisible, qué cosa más cursi, por Dios
Claro, claro. L'ami invisible tiene mucho más glamour.
Me gustaría que elaboraras semejante afirmación, jahey. Tal vez nos diga algo sobre tí. Algo que no conocemos. O algo que sí conocemos. O no nos diga nada. Y eso completa las posibilidades. Creo.
Es "ti", no "tí", animal. Y creo que esta aclaración te dice bastante de mí.
Jahey, es que ud. no "aprecia el finísimo gusto por el juego con las palabras"
Oh, no, todo lo contrario. Pero hablar del amigo invisible...
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