jueves, abril 19, 2012

Casualidades

Pasé por el Palacio Municipal y me vendieron por treinta pesos unos Cielitos de Bartolomé Hidalgo. Mientras caminaba hacia la parada de ómnibus, leía:

Lo saben los enemigos
Y al grito ya se vinieron,
Y sin poder evitarlo
Nuestro campo sorprendieron
Cielito, cielo que sí
Cielito del almidón
No te aflijas godo viejo
Que ya te darán jabón.


Además de algunos versos que conocía por Viglietti, tipo:

Cielito, cielo que sí
Cielito del disimulo,
De valde tiran la taba
Porque siempre han de echar culo.


***

Cuando subí al ómnibus, sonaba Viglietti con aquello de "el sombrero en alto de Sandino".

***


Antes de salir de casa, en la radio estaban comentando las declaraciones de Mujica (es el Presidente), esas que incluían "No me gusta el prepo de la Europa rica". Las opiniones eran bastante coincidentes en escandalizarse. Y a mí me parece que no entienden nada.

Nada.

martes, abril 10, 2012

La mayor

Cuando la desesperación lo conmueve, saca una de las pocas, pequeñas gema que lleva guardadas en su teléfono y la saborea, asiendo lo inalcanzable, lo incorruptible. A veces llora y a veces abre los brazos, esperando la lluvia.

***

Es otra vez la mayor
La misma canción de amor
Remera al sol, salida al mar
Siempre la misma foto en la pared

Se escucha pasar un tren
Mientras cambia la estación
La radio cuenta de otro lugar
Y ella cuenta los días sin salir

Esta noche no tiene miedo
Esta noche se va a cambiar de ropa
Esta noche se puede decir que no

Es otra vez la mejor
La esposa fiel que anda siempre sola
Nena, no le cuentes si querés que no te diga nada

No quiere pedir perdón
No quiere pedir favor
Sabe decir, sabe mentir
Primera noche que duerme sin él

Esta triste pero no llora
Esta pero se duerme sola
Es que siempre se puede decir que no

(Guillermo Pesoa - La mayor)